En 1978, durante el verano más caluroso del siglo, en la aldea de Acque Traverse todo parece inmóvil, inactivo; el colegio ha terminado, los adultos se resguardan dentro de sus casas para escapar del calor que a todos sofoca. Solamente un pequeño grupo de niños se mueve libremente alrededor de la ciudad y del campo que la rodea, jugando y corriendo aventuras. Durante una de ellas, el pequeño Michelle, un chico de nueve años, descubre un secreto increíble: la ciudad en la que está creciendo está ocultando a un niño -apenas de su misma edad- cautivo en un hoyo dentro de una casa abandonada.