Nueva York, 1988. Un nuevo tipo de droga ha invadido la ciudad, seguida por la más feroz y aterradora oleada criminal que se recuerda. Superada en número de efectivos y en armas por las viejas y nuevas bandas de traficantes, la policía pierde de promedio a dos de los suyos cada mes. Es una guerra declarada que amenaza con llevarse por delante a culpables e inocentes. Bobby Green (Joaquin Phoenix) se ve atrapado en el fuego cruzado. Es el encargado de un club de Brooklyn frecuentada por miembros de la mafia rusa como Vadim Nezhinski (Alex Veadov). Bobby intenta mantenerse apartado y no involucrarse. A pesar de un estilo de vida amoral y hedonista, quiere a su novia Amanda (Eva Mendes) y sueña con abrir una discoteca en Brooklyn. Pero Bobby tiene un secreto muy bien guardado. Su hermano es el teniente de policía Joseph Grusinsky (Mark Wahlberg), que ha seguido los pasos de su padre, el legendario jefe de policía Burt Grusinsky (Robert Duvall). Bobby no se lleva demasiado bien con ellos, y la relación empeora cuando su padre le advierte que están en plena guerra, y que tarde o temprano deberá decidir de qué lado está